El sol puede ser nuestro aliado o nuestro enemigo cuando se trata del cuidado de la piel, es el principal productor de vitamina E y nos ofrece una apariencia saludable, pero en exceso puede ser mortal para nuestro órgano sensorial más grande, así que en este verano tengan mucho cuidado y sigan los consejos para mantener nuestra piel hidratada, cuidada y salir victoriosos de esta temporada.
1. Piel limpia: utilizar productos indicados para nuestro
tipo de piel, al igual que usar un jabón especial para nuestro rostro son las
consideraciones mínimas que debes tener. La limpieza diaria debe realizarse con
productos suaves que no alteren el manto ácido de la piel, que no irriten ni
sean muy perfumados, pero ayuden a eliminar la grasa y suciedad acumuladas.
2. La hidratación: Aplicar
cremas ricas en nutrientes después del baño, antes de dormir o cada vez que
notes tu piel reseca ayuda a prevenir deshidratación. Lo importante es que
contenga propiedades hidratantes y emolientes.
3. La ropa: evita usar ropa de material sintético que impida
transpirar correctamente a tu piel. Así previenes la aparición de hongos por la
creación de un ambiente húmedo; o bien que puedan causar heridas o alergias en
la piel.
4. La alimentación: en verano dale prioridad en tu dieta a alimentos
ricos en vitaminas antioxidantes como la A, C y E ya que previene la
degeneración celular, ayuda en el proceso regenerativo en caso de cicatrices y
acné y contribuye al aumento del flujo sanguíneo de la piel. Está presente en
aceites, frutos secos, en pescados y camarones y en vegetales como el brócoli,
la espinaca, los espárragos, el tomate o la zanahoria.
5. Importancia del sueño: La recuperación de las células se
realiza justo en el ciclo de sueño, por lo que es importante descansar mantener
una piel en buen estado.
6. Protección solar: nuestro aliado en el verano, él nos protegerá
de los agentes UB y UVA causantes de la aceleración del envejecimiento. Así que
no olvides antes de salir a tus actividades colocarte un buen protector solar mínimo
de 15 FPS y usar tus lentes.
7. El cloro: Después de haberse expuesto al sol o al agua
clorada de una piscina es necesario darse una ducha para hidratar la piel. Se
puede usar un jabón de PH normal o levemente ácido, que contribuyen a no
contraer ninguna infección dermatológica.
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