Actualmente la ciencia no cuenta con un procedimiento que
detenga el envejecimiento, pero el rejuvenecimiento si está asociado con una
vida saludable y actividad física acelerada.
Una nueva investigación desarrollada por científicos de la
Universidad Brigham Young de Utah (EE. UU.) revela que sí que podemos retrasar un
tipo de envejecimiento, justo el que sucede dentro de nuestras células, siempre
y cuando estemos dispuestos a sudar.
La edad biológica puede ser diferente a la edad de nuestras células.
Cuanto más activos físicamente somos, menos envejecimiento biológico tiene
lugar en nuestros cuerpos y es eso lo que debemos trabajar, en restar
edad a nuestras células.
¿Cuál es la fórmula ideal?
El
ejercicio muy activo fue delimitado en 30 minutos de running para las mujeres y
40 minutos para los hombres, cinco días a la semana.
Y ¿Cómo
sucede el cambio en nuestro organismo?
1.-
Inyecta más energía a tu organismo: acelera tu ritmo de vida, aumenta tu
resistencia física lo que hace que aleje el cansancio de ti
2.-
Revitaliza la piel: la sudoración provoca la oxigenación de la piel y la libera
de toxinas.
3.-
Corrige la postura: el entrenamiento físico aumenta la masa muscular y la
densidad ósea sobre todo en la zona central de la espalda, haciendo que tu
postura natural se mantenga
4.-
Disminuye el envejecimiento celular: incide en que los telómeros mantengan su
estructura larga, cromosomas asociados a la longevidad. Estudios recientes han
encontrado relación entre la práctica regular de ejercicio y la longitud de los
telómeros, y se atreven a sugerir que el ejercicio podría ralentizar el reloj
del envejecimiento.
5.-
Mejora el humor: cuando realizas un ejercicio cardiovascular produces endorfina,
hormona asociada al placer y bienestar.
6.-
Mejora la memoria: el ejercicio incrementa el tamaño del hipocampo (área del
cerebro asociada a la memoria) evitando así la pérdida de la memoria