¿Te sientes en sincronía con tu edad?

Existen diferentes maneras en que las personas envejecen, una persona puede tener 50 años, pero verse de 40 y sentirse de 30, por lo que tres tipos de edades que determinan ese envejecimiento: la edad cronológica, biológica y psicológica.

Tener conocimiento de estas tres edades hace tomar conciencia y riendas de nuestra salud, y así tener un envejecimiento saludable que es lo importante.

Empezando con la edad psicológica un estudio realizado en España (2006, (Otero, Zunzunegui, Béland, Rodríguez Laso y García de Yébenes), se afirma que la expresión “sentirse útil” es clave para que nuestro cerebro condicione nuestra actitud a ser jovial y afrontar el día a día de forma optimista, llevando estilos de vida sanos y sociables. ÇEl ejercicio físico, tener buenos hábitos de sueño

La edad física puede ser determinada por nuestros hábitos alimenticios, rutinas de ejercicio o actividades físicas que evitan el decaimiento y va relacionado directamente con la buena postura y llevar un peso corporal acorde.

Cómo aportamos positivamente?

– El movimiento: es básico para tu salud física, si no hay movimiento se pierde masa muscular y paralelamente masa ósea, se vuelve rígido, pierde fuerza, las arterias y venas se estrechan y pierden flexibilidad. El sedentarismo es una arma letal para nuestra salud y edad biológica

– Hidratarse: que la falta de líquidos suficientes provoca muchos desarreglos y acelera el envejecimiento y las enfermedades como la demencia senil.

– La alimentación variada y equilibrada es otro factor fundamental. Se recomienda disminuir la sal y la grasa animal y aumentar el consumo de frutas y verduras. Procura desayunar siempre y comer en cinco ocasiones del día, siendo la cena más ligera.

– Estar ocupados constituye una auténtica herramienta de sanación. Llevar una vida sana y activa sabiendo nivelarte para evitar las prisas que provocan el estrés. Aclara tus prioridades y a partir de ahí ordena tu día.

– El descanso es otro pilar del cuidado personal.

Según (Chopra, 1993), la reflexión sobre las ideas que tenemos cada uno sobre cómo envejecer nos prepara para recibir esa forma imaginada de vejez. Por eso más allá de nuestra edad cronológica marcada por fechas y días que pasan, debemos cuidar que nuestra edad biológica vaya acorde a nuestros sentimientos y una actitud jovial que a la inversa también aporta a la edad biológica.